Montenegro

Montenegro

Mediterráneo

La primera impresión cuando uno pone el pie en este pequeño país de los Balcanes es de sorpresa; sorpresa por no conocer las imágenes de sus ciudades amuralladas, patrimonio de la humanidad; parques naturales, lagos glaciales, monasterios imposibles excavados en la roca, el único fiordo del Mediterráneo y además el más largo y profundo de Europa…

La falta de información a menudo acompaña a los lugares fuera del circuito turístico que dicta la industria. Esto hace que, de vez en cuando, uno se encuentre en ese estado tan grato para el viajero como es el de descubrir un lugar por primera vez con la mirada fresca y los sentidos alerta, ser un explorador y un pequeño pionero en lugar de una sombrilla más en la playa de moda.

El origen del nombre

En Montenegro nunca se plantea uno esa disquisición vacacional de playa o montaña. Aquí no hay elección: son las dos. Las carreteras de una playa a otra a lo largo de la costa suben y bajan, se retuercen abrazando la cintura de escarpadas montañas, en una de las cuales, Lovcen, con su frondosa vegetación de pinos negros, está el origen del nombre del país.

Situada a 10 millas al sur de Dubroknik, Montenegro es un destino muy interesante para navegar. Al ser un país tan pequeño, podemos en una semana hacer una ruta mixta entre el sur de Croacia y cubrir casi enteramente Montenegro.

Destacamos:

La fortaleza de Kotor

Sin duda, una de las joyas de Montenegro es la ciudad de Kotor. Su nombre y sus fortificaciones bien podrían haber sido sacados de la última entrega de El señor de los anillos. Una muralla de más de 10 metros de ancho y 20 de alto protege las casas, iglesias y palacios de piedra. Como no podía ser de otro modo, la ciudad está situada entre el mar y la montaña. Paredes arriscadas fijan el límite del trazado urbano, pero no de la muralla, que, como si fuese la cresta de un animal prehistórico, continúa su recorrido vertical hasta alcanzar los 200 metros coronando la cima. Buenas piernas y tiempo de sobra son necesarios para llegar hasta allí. Tiempo no sólo para realizar el trekking, sino también para, una vez arriba, disfrutar con una de las vistas más espectaculares de Montenegro: la bahía de Kotor, el fiordo más septentrional de Europa.

Perast, la marinera

A pocos kilómetros de Kotor se encuentra la silenciosa ciudad de Perast. La que en la distancia se vislumbra como otra pintoresca aldea de pescadores revela su pasado a través de iglesias, museos y palacios barrocos construidos cuando formaba parte de la república marinera de Venecia. En Perast se respira mar; un museo marítimo con antiguos mapas, timones, escafandras, y una ilustre academia naval en la que se forjó la reputación de los perastinos como aguerridos lobos de mar, dan fe de ello. Dos diminutas islas, una natural y la otra construida sobre restos de barcos naufragados, contemplan la ciudad.

Islas Jónicas

Islas Jónicas

Mediterráneo

Navegar en las Islas Jónicas y el Mar Jónico

Menos visitadas que las islas del Egeo, las Islas Jónicas forman un archipiélago de características muy diferentes. Son islas más verdes y alejadas de los flujos de turismo masivo que en verano se adueñan de otras zonas del Mediterráneo

Navega a través de la historia y motologia Griega siguiendo la ruta de Ulises en la Odisea de Homero

Se trata de islas de un aspecto diferente a la idea preconcebida de isla griega árida y de casas blancas. Son verdes y en algunos casos frondosas. Salvo Corfu, una isla cosmopolita y conocida en el mundo entero, el resto son auténticas y tradicionales y han sabido guardar la esencia auténtica del mediterráneo en todo su sentido. Son islas que nos protegen de vientos incómodos a lo largo de nuestras travesías. El hecho de navegar en las aguas de Ulises añade un encanto especial al viaje y tener como destino la isla de Itaca nos hace sentir protagonistas de un mito vivo que aún perdura en nuestros días. El gran poeta griego Kavafis, dijo que lo importante no es llegar sino el viaje a nuestro destino. Todos esos sueños se acentúan navegando en el mar Jónico.

Las islas Jónicas se componen de un grupo principal de 7 islas.,. La mezcla de culturas resulta curiosa aunque indudablemente griega. Desde Corfú, navega hacia el sur del Jónico, Paxos, Antipaxos, Mongonisi, Mourtas, Sirota, Parga y Proeveza, Lefkas, con sus numerosos puertos y bahías :Ithaka, Cephalonia y Zante (Zakinthos). Aguas tranquilas y protegidas, multitud de fondeaderos protegidos, accesibles solo por barco, todo ello hace del Jónico un destino ideal para una navegación tranquila. Desde mediados de mayo hasta mediados de septiembre, el viento sopla normalmente del noroeste. Generalmente empieza a soplar a mediodía hasta el atardecer. La fuerza es entre 2-5. Por la mañana suele soplar una brisa del este de fuerza 1-2. Las condiciones meteorológicas son ideales para una navegación relajante. Esta zona es muy recomendable para navegación en familia y tranquila.

Destacaremos Paxos y AntiPaxos por su belleza salvaje. Itaca, como patria de Ulises. Escorpios, la isla privada de Onassis. Uno de los puertos pintorescos más sorprendentes de Grecia es Fiskardo en Kefalonia, isla donde además destaca la playa de Myrtos. En el norte de Zakinthos encontraremos una de las fotografías más conocidas de Grecia, las cuevas azules y por supuesto el acantilado playa del «Navagio», fotografía portada de muchas revistas de viajes, que merece la pena visitar. Si comenzamos en Corfu una semana el programa para las islas del sur quedará excesivamente apretado. Si comenzamos en Lefkada todas las islas próximas se podrán visitar, pero sin embargo Corfu quedará lejana. De nuevo, para un viaje desahogado y completo nos harán falta charter de 2 semanas.

Croacia

Croacia

Mediterráneo

En Croacia tienen un slogan turístico: 
El Mediterráneo tal como era

Viajar a Croacia es una experiencia única a través de su historia que uno debería descubrir al menos una vez en la vida.

El Mar Adriático baña las costas de Croacia. Vientos moderados, cálidas temperaturas, aguas turquesas, miles de fondeos protegidos y puertos con un encanto milenario, impecablemente conservados, harán de nuestra navegación un verdadero placer.

La costa croata y sus islas están entre los más sinuosos del mundo. De las 1244 islas, islotes y peñascos, que poseen, actualmente solo 50 están habitadas. El ambiente romántico y la sosegada forma de vivir en algunas de estas islas  conforman este paraíso náutico.

La variada arquitectura hará las delicias de los más entendidos; romana, románica, renacentista, gótica, …todos los estilos están  representados en los pueblos croatas. Lugares idóneos  para perderse entre los rincones mágicos que la historia ha dejado en sus calles llenas de vida.

El otro gran  atractivo de esta región es la naturaleza: sus cascadas, bosques, montes y la deslumbrante costa. Esta es una de las áreas mejor conservadas ecológicamente hablando de Europa. Un tesoro de  riquezas naturales con 4300 especies de plantas y con un número similar de especies animales.

Para rematar todo lo anterior, no podemos obviar la magnífica gastronomía croata. Cocina mediterránea en la que las materias primas, de calidad reconocidas, son las grandes protagonistas de sus sabrosos platos sencillos  y auténticos.

Zarparemos de Split después de hacer los preparativos y con el barco a son de mar… No volveremos a pisar el continente en toda la semana recorriendo las mejores calas, puertos y paisajes de las islas del Adriático.

1. Brac

La isla más grande de Croacia y famosa por sus paisajes y por su cegadora piedra blanca con que se construyeron el palacio Diocesano de Split y la Casa Blanca de Washington D.C.

Zlatni Rat

2. Hvar

Es la isla de Croacia que más adjetivos superlativos acapara. Es una isla de viñedos, olivares y lavanda. Hvar es, indudablemente, una isla muy especial que nos permitirá abandonar nuestro barco y adentrarnos en su interior.

3. Islas Pakleni

Al lado de Hvar se encuentran estas islas que no parecen reales. Sobran los comentarios…

4. Vis

La más misteriosa de todas las islas de Croacia.

Cerrada a los visitantes hasta hace muy poco por ser militar conserva intacta su belleza natural. Su accidentada costa está salpicada de calas y cuevas espectaculares.

5. Scedro

Parque natural protegido y con calas que nos dejarán con la boca abierta. También llena de cuevas espectaculares y naturaleza desbordante.

Remataremos el viaje en Split,  Patrimonio Mundial de la humanidad, una bella transición antes de volver a la rutina del día a día…